Estoy cansado de sus juegos. Ya soy mayor y quiero una vida normal, como la de todo el mundo. Estoy harto de este sitio, necesito salir de Andalucía, irme a otro sitio, todo está lleno de recuerdos. Recuerdos que no quiero recordar, recuerdos que quiero olvidar.Me fui a Barcelona. Qué sentido tenía volver al pueblo si estaría yo solo ahí, sin Madeline ni nadie que me apoyara.
En Barcelona, estuve estudiando e incluso trabaje en un hospital muy bueno. Allí cambio toda mi vida por completo. Yo trabajaba de médico en el hospital, y siempre tenía una enfermera para que me ayudara a mi. Sabes la encontraba bonita, pero todo el rato discutíamos, aunque fuera por tonterías. Pero un día cambio todo.
El hospital hacía una cena de fin de año, todos juntos. A disfrutar y a conocernos mejor. Y digamos que yo conocí mejor a mi ayudante, Emma. Ella me hacía reír en segundos, y no me hacía sentir mal. Cuando salíamos de la cena, la invité a tomar algo. Ella y yo solos. Cada vez me gustaba más, pero comprendí que mi amor por ella no había surgido hoy, era desde el primer día que la vi en el hospital.
Así que una cosa llevo a la otra y nos besamos, fue un beso tan gustoso, tan perfecto, tan... no tengo palabras para describirlo. Me volví loco por ella. Pero después de besarla, no podía aguantar más y quería ir con la verdad por delante, así que le conté que llevaba un reloj, para que pudiera seguir vivo. Y ella ni se inmutó, sonrió y me volvió a besar.
Me susurró en el oído, <<Yo te quiero tal y como eres>>.
Fueron las palabras más bonitas que nadie me había dicho jamás. Y lo vi ella era mi destino. Si no hubiera ido a Andalucía en busca de Miss. Alcacia, ahora no estaría en Barcelona, con Emma.
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